Tres claves para triunfar dando un mini discurso en ocasiones especiales.
Una de las situaciones que suele preocupar a muchos de mis clientes es cuando tienen que hacer un discurso corto, en las que se requiere o nos piden que hablemos y no hay mucho tiempo para prepararlo.
Como por ejemplo hacer una pregunta (estando como público), presentarse a los demás (elevator pitch), hacer un brindis, reconocimientos, agradecimientos,… Y en situaciones imprevistas como en las que falla la tecnología o cualquier cosa que hayamos preparado muy bien, o en las que alguien del público hace una pregunta incómoda o inoportuna,…
Ciertamente hay que preparar muy bien los discursos, conferencias, talleres,… pues una de las claves para tener éxito es el diseño y la preparación. Y también nos podemos preparar para cuando surgan estas situaciones imprevistas (que siempre suelen aparecer).
Aprovechando estas fechas en las que se suelen tener encuentros de empresas, cenas o almuerzos de Navidad, homenaje a algún empleado/compañero/amigo,… Voy a compartir tres claves para hacerlo mucho mejor que:
- empezar diciendo: Bueno,… Pues,… No sé muy bien que decir,… Me ha tocado a mí,… Espero no aburriros,… Esto,… Creo que no soy la persona adecuada,…
- haciendo algo excesivamente corto, o excesivamente largo, y terminar diciendo: pues esto es todo lo que tengo que decir, pues nada, pues ya está,… gracias.
- utilizar el lenguaje corporal: frotándose las manos, jugar con algún objeto con las manos, arreglarse la ropa, arrascarse, tocarse el pelo, mirada perdida,…
La primera clave es prepararnos internamente.
Esa preparación se puede hacer de dos formas. Actuando sobre nuestros pensamientos y diálogo interno. Reconociendo que es una ocasión que puedo aprovechar para convertirla en una oportunidad magnífica de mostrar mi talento y capacidades, que es posible, que soy capaz, que me lo merezco,…
Y actuando sobre nuestra postura corporal. Adoptando la fisiología que utilizamos cuando hemos resuelto exitosamente una situación complicada, y nos sentimos seguros, con confianza, contentos, admirados, reconocidos, conectados con nuestra misión y propósito personal y profesional, que estamos contribuyendo con los demás.
Esta fisiología suele ser esta: normalmente de pie (aunque también puede ser sentados), con los pies paralelos, separados al ancho de los hombros, sintiendo el peso del cuerpo de una forma equilibrada, espalda erguida, hombros levemente hacia atrás, mentón ligeramente hacia arriba y sonrisa sincera.
Como ya comenté en el artículo sobre el síndrome del impostor, adoptando esa fisiología se disminuye el cortisol (la hormona del estres) y aumenta la testosterona (la hormona del poder). Con lo cual conseguimos sentirnos como está reflejando nuestro cuerpo. Le invito a que no me crea y lo compruebe por usted mismo, y me encantará recibir sus comentarios.
La segunda clave es saber qué voy a DECIR.
Y para explicarlo mejor utilizo precisamente este acrónimo, DECIR:
- D ¿Me he ganado el derecho a hablar sobre este tema? Me lo puedo ganar bien sea por estudios o por experiencia. Este punto incluye ensayarlo y prepararlo y tener “material de reserva”. Y para los excesivamente perfeccionistas, tener en cuenta este principio básico para evitar la procrastinación y el sentirse bloquedos: “Hazlo lo mejor posible, en este momento y con las circunstancias que tienes ahora”.
- E ¿Me entusiasma, me emociona, el tema sobre el que voy a hablar? Conectar con mis emociones sobre ese tema me proporciona sinceridad y honestidad, además de energía para transmitirlo mejor.
- C Es importante conectar, compartir, adaptarme al público, hacerlo participar y demostrar aprecio honrado y sincero. No se trata de lo mucho que yo sé, se trata de transmitir, de llegar a los demás. Puedo hacer uso del humor, de palabras y expresiones que entiendan, que sé que les va a gustar y evitar las que les pueda molestar. Y recordar que lo bueno si breve, dos veces bueno.
- I Tener la idea clara, el mensaje de lo que quiero decir sobre este tema. Seguramente puedo decir muchas cosas, es preferible centrarme en una idea o mensaje.
- R ¿Cuál es el resultado, el propósito de lo que voy a decir? ¿Para qué voy a hacerlo? Puedo pretender informar, explicar, entretener, motivar, convencer, persuadir, inspirar,… (pueden ser varias, pero una tiene que prevalecer).
La tercera clave es tener pensada, preparada y ensayada una estructura base.
Formada por un principio, desarrollo y final.
El objetivo del principio es ganarse la autoridad y captar la atención del público. Es decir, que el público valore en esos segundos que no va a perder el tiempo y va a obtener algo interesante. Para conseguirlo primero adoptar esa postura de poder, mirar a los ojos a los asistentes, sonreir y estar en silencio unos segundos antes de empezar diciendo una de estas tres posibilidades:
- Frase impactante.
- Anécdota personal breve.
- Pregunta.
El objetivo del desarrollo es aportar datos que refuerzen y justifiquen el principio. Se puede hacer de muchas formas y la que siempre funciona es tres partes:
- Dato 1, dato 2, dato 3,
- Pasado, presente, futuro.
- Por qué, cómo, qué.
El objetivo del final es reforzar el mensaje, hacer una llamada a la acción y dejar con un buen sabor de boca a los oyentes.
Hacer un discurso breve es una gran oportunidad para brillar (que no es lo mismo que deslumbrar). Deseo que estas claves te sirvan en la siguiente ocasión que se te presente. Y si crees que necesitas más ayuda puede ponerte en contacto conmigo, es mi especialidad.
Me encantará leer y escuchar tus comentarios y aportaciones a este artículo.
¡¡¡Brindo por sus éxitos!!!
Muchas gracias, me ha resultado muy interesante
Me alegro que te resulte muy interesante Vincent 😀
¿Lo has puesto en práctica? ¿Qué mejoras has notado?
Muy interesante