Repasos, cuándo y cómo hacerlos

Recuerda que nuestro “software de humano” tiene dos funciones básicas: mantenernos vivos y ahorrar energía.

Por lo tanto si una información que hemos memorizado no es relevante, se olvida. El olvido es una cualidad muy importante. Supongo que estarás de acuerdo conmigo que hay cosas que es mejor olvidarlas ¿verdad? o al menos que no nos afecten tanto.

Cuando repetimos algo, le estamos diciendo a nuestro inconsciente, a nuestro “software de humano”, que eso es importante, por lo tanto no lo olvida.

Cuándo

Los repasos son muy importantes y necesarios para que la información pase a la memoria a largo plazo Herman Ebbingaus investigó sobre la curva del olvido y aunque depende de muchos factores. la clave más importante es que hay que hacer repasos más frecuentes al principio e ir distanciándolos a lo largo del tiempo. 

Con estas técnicas que vas a aprender y entrenar, vas a notar que no te van a hacer falta hacer repasos con mucha frecuencia. Pues al utilizar las características de la memoria van a pasar a tu memoria a largo plazo con más facilidad.

Los repasos deben ser espaciados pues también es importante el reposo, que vaya interiorizándose y se convierta en una competencia inconsciente. En una habilidad ya adquirida.

Como regla general puedes seguir la regla del 1. 

• A la hora.
• Al día siguiente
• A la semana
• Al mes

Dependiendo de la complejidad de lo que quieras memorizar quizá puedas añadir: a los 3 días, a los 15 días, a los 3 meses, a los 6 meses, al año,… Lo realmente importante es que lo adaptes a ti y a lo que quieras memorizar. Y que planifiques los repasos en tu agenda, para tenerlos en cuenta.

Cómo

Hay dos tipos de repasos, pasivos y activos.

El repaso pasivo consiste sencillamente en repetir los mismos pasos de la misma forma que hayamos hecho en una ocasión anterior, sin que haya novedad

El activo es el que vas a realizar, fundamentalmente en los primeros repasos:

• Reforzando las imágenes y las asociaciones. Comprobando y adaptando si es necesario.
• Haciéndote preguntas, comprendiendo lo que estás memorizando, relacionándolo con lo que ya sabes,… Es decir, reflexionando sobre lo que estás memorizando, meditando sobre ello.
• En algún caso volviéndolo a escribir o dibujar en el caso del mapa mental.
• También grabándote en vídeo o sólo audio.
• Una de las mejores formas de aprender es enseñando a otros. Por esa razón tienes prácticas para realizar con otras personas y también les puedes explicar a los demás lo que estás aprendiendo.
• Además de planificar los repasos, es muy útil utilizar los “tiempos muertos”, ese tiempo que no requiere demasiada concentración, como momentos de espera, paseos,…
• Utilizando estas técnicas, y lo que vayas memorizando, en tu vida diaria, aplicándolo de una forma habitual para que te resulte útil.