AGRADECIMIENTO

Una de las claves del éxito en la vida y la empresa

Esta mañana tengo sesión con Mónica, una empresaria que también ha decidido contribuir con su granito de arena para mejorar la vida de los demás a través de la política. Ha contratado mis servicios pues quiere mejorar sus habilidades para hablar en público, y hoy estamos entrenando los 7 pasos para iniciar un discurso/charla/formación, con los cuales conseguir la atención del público y ganarse la credibilidad y confianza ante ellos.

En el primero de los siete pasos se tiene en cuenta la postura, mirada, sonrisa y actitud interna de agradecimiento. Este último punto le llama especialmente la atención a Mónica. Y como el quinto paso es precisamente dar las gracias, profundizamos en el agradecimiento como una de las claves del éxito, no sólo al hablar en público, también en la vida y en la empresa.

Agradecimiento es una actitud que me permite ver lo afortunado que soy, valorar lo que tengo y reconocer fortalezas (en mí y en los demás).

Al agradecer nos conectamos con:

  • La abundancia (lo que sí tengo: recursos, medios, fortalezas,… y puedo tener: más opciones, oportunidades,…) en vez de la escasez (lo que no tengo, lo que me falta, limitaciones, exigencias,…)
  • El presente, el aquí y ahora. Nos permite disfrutar, estar alegres, vitales, con plenitud, energía, contentos. A la vez que disminuye la culpa (el pasado, lo que ya ocurrió) y la ansiedad (el futuro, lo que puede, o no, ocurrir).
  • La aceptación (darme cuenta de que hay cosas que no dependen del todo de mí y que a pesar de ello puedo hacer algo), que no es lo mismo que resignación (victimismo, queja, ver culpables en los demás o las circunstancias,…).
  • El merecimiento, pues he hecho algo para estar aquí. Lo reconozco, acepto y acojo. Por ejemplo al recibir el aplauso o cuando nos dan las gracias.
  • El servicio, me pongo a disposición de los otros, a dar lo mejor de mí.
  • El reconocimiento a los demás, el valor que me ofrecen, esfuerzo que han hecho, dedicación, ayuda, contibución,…

 

Entonces, si el agradecimiento es tan bueno, tiene tantas ventajas,… ¿por qué no lo hacemos siempre, de una forma natural? ¿Por qué hay que aprenderlo y entrenarlo?

La respuesta la podemos encontrar en la Neurociencia. Pues no es que “seamos malos”, resulta que dos de las funciones básicas y maravillosas de nuestro “software de humanos”, que compartimos con otros seres vivos, son sobrevivir y ahorrar energía.

Sobrevivir nos lleva a prestar más atención a las malas noticias, a los peligros que pueden ocasionarnos un daño o matarnos, En general nos resulta más facil criticar, quejarnos, resignarnos, ignorar, fijarnos en lo que no nos gusta,… (acciones relacionadas con quedarnos paralizados, huir o atacar).

Ahorrar energía nos lleva a utilizar procesos repetitivos, hábitos que nos faciliten la vida. A hacer lo que siempre se ha hecho, pues pensar y plantearse otras alternativas supone un gasto energético.

Afortunadamente los humanos (a diferencia de otros seres vivos) tenemos la capacidad de razonar: encontrar otras opciones, valorar ventajas e inconvenientes (para mí y para otros) y aprender tomando nuevas decisiones y hábitos (como el agradecimiento).

 

El agradecimiento, dependiendo de las circunstancias, se puede mostrar con una o varias de las siguientes expresiones: sonrisa, leve inclinación de la cabeza, mirada dulce a los ojos, abrazo (más o menos intenso), gestos con las manos y brazos (unir las manos, pulgar hacia arriba, choque de palmas, mano al corazón, levantar el brazo,…), decir gracias, decir unas palabras amables,…

Al dar las gracias (al igual que al dar reconocimientos) es importante resaltar hechos concretos para que el otro los identifique y reconozca como tales. Por ejemplo, gracias por haberte acordado de mí, acompañarme, regalarme esa sonrisa, por tu excelente trabajo en el proyecto que me entregaste esta mañana, por tu decisión de permitirte mejorar, por tu esfuerzo, por ayudar a tus compañeros, por ofrecerme tu opinión, por esa pregunta, por tu aportación,…

Agradecimiento es una actitud que me permite ver lo afortunado que soy, valorar lo que tengo y reconocer fortalezas (en mí y en los demás). www.AntonioQuiros.com www.ElCoachDeLasNueces.com

Otra cuestión es cómo responder cuando nos dan las gracias. Habitualmente se hace con alguna de estas expresiones: de nada, no tiene importancia, a mandar, no hay de qué, a ti, no las merece, no es para tanto,… Expresiones que se pueden entender como humildad (desde mi punto de vista de una forma errónea) y que restan o disminuyen el valor del reconocimiento.

Mi propuesta es responder con la expresión gracias también a ti, a la vez que se sonríe y se ofrece una mirada cálida a los ojos del otro. Pues además de aceptar, recibir y acoger, se da un reconocimiento al otro y hay un reconocimiento a nosotros mismos.

 

Le propongo a Mónica hacer un listado de agradecimientos, estas son sus respuestas: por la vida que tengo cada día, regalos, poder respirar, mi familia, el cuerpo que tengo y lo maravilloso que es, cosas materiales a mi disposición, detalles de los demás (sean materiales o no), lo que puedo disfrutar ahora, la ropa que llevo, el país donde vivo,…

Al preguntarle ¿qué más? Comenta: dificultades, enfermedades, puntos de vista distintos, críticas, reconocimientos, aportaciones, lo que aún no tengo y tendré, al pasado pues gracias a él estoy hoy aquí. 

Dice que ha tomado más conciencia de que las “cosas negativas” también la ayudan a mejorar, aunque la mayoría de las veces no las entienda en el momento, por lo tanto también las agradece. Y que agradecer lo que está por venir la ayuda a tener una mayor seguridad y confianza.

 

Para integrar el agradecimiento en nuestras vidas y aprovechar todas las ventajas que nos ofrece, propongo algunas acciones:

  • tener un cuaderno de agradecimientos, donde cada día (preferente por la mañana y por la noche) escribir al menos tres.
  • Poner una alarma en el teléfono para que suene cada cierto tiempo, o aprovechar las pausas de la jornada, cambio de actividad,… y agradecer lo que esté ocurriendo en ese momento.
  • Al recibir reconocimientos y aplausos acogerlos y aceptarlos hasta el final (no irme, aplaudir o decirles que paren).
  • Cuando me den las gracias, responder con la expresión: gracias también a ti.

 

Mónica, al igual que otros clientes, está mejorando sus habilidades para hablar en público. Además están integrando el agradecimiento como un hábito en su vida y en su empresa con grandes resultados. Y yo también agradezco la oportunidad de poder servir, facilitar y contribuir con su desarrollo y transformación.

Me encantará leer tus respuestas, comentarios y aportaciones a este artículo.

Feliz Navidad y Feliz año nuevo www.ElCoachDeLasNueces.comAgradecimiento es una actitud que me permite ver lo afortunado que soy, valorar lo que tengo y reconocer fortalezas (en mí y en los demás). www.AntonioQuiros.com www.ElCoachDeLasNueces.comAgradecimiento es una actitud que me permite ver lo afortunado que soy, valorar lo que tengo y reconocer fortalezas (en mí y en los demás). www.AntonioQuiros.com www.ElCoachDeLasNueces.com

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